Me disipo entre la niebla
como la luna ocultándose entre las nubes,
me vuelvo invisible
como los pasos bajo la lluvia,
como una sonrisa refugiada
bajo el humo del tabaco
en un club de alterne con ambiente
lúgubre.
Me vuelvo un ser apático
con los problemas cotidianos
y resto importancia a los gritos,
a las sonrisas y a las lágrimas de la falsedad;
y miro con ojos amables
y tiendo una mano cálida
a las emociones de verdad.
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